13/02/10

SHEIKH JARRAH: LENGUAJE, LÓGICA, POLÍTICA Y PROPAGANDA



La mayoría de ustedes han oído hablar de la expulsión "sin corazón" de 27 familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalém, obra de "malvados derechistas sionistas" y del "ultranacionalista" gobierno israelí. Probablemente la historia les ha sido descrita como un paso más hacia una "limpieza étnica sionista y expansionista" de los "árabes" de Jerusalén oriental.

La organización Ir-Amim ha tomado como su causa a las "desafortunadas víctimas palestinas de la opresión sionista". Ir-Amim es uno de esos grupos y ONG's que trabajan bajo los lemas de "derechos", "paz" y "democracia" y que está financiado por la Fundación Ford y el New Israel Fund y por varios gobiernos europeos, así como por la Unión Europea.

Siempre pensé que la democracia era un sistema de gobierno en el que los ciudadanos elegían a sus representantes para que llevaran a cabo ciertas políticas y donde los ciudadanos y los diferentes grupos ejercían su influencia para determinar el fondo y la forma de hacerlo. !!Tonto de mí !!

"Democracia", según la opinión de algunas de estas organizaciones que aparentan conocerla tan bien, es un sistema en el que los gobiernos extranjeros y las personas adineradas deciden la política por nosotros. Con su impecable récord histórico de amor por los judíos, los europeos pueden hasta llegar a creer que, llevando al pueblo judío en su corazón tal como lo llevan, saben incluso mejor que los propios judíos lo que es bueno para ellos. Y da la casualidad que los judíos americanos y la Fundación Ford están más familiarizados con los problemas del Oriente Medio que los ignorantes israelíes.

Varios de mis bisabuelos vivían en la Jerusalém Oriental "árabe" y están enterrados allí mismo, en el Monte de los Olivos, ubicado en el Jerusalém Oriental "árabe". Uno de mis abuelos enseñó en la Universidad Hebrea, en el Monte Scopus, y mi madre también estudió allí, en el Jerusalém oriental "árabe". Pero yo no reclamo derechos exclusivos para los judíos sobre Jerusalém. Tenía la esperanza, como muchos israelíes, que Jerusalém podría ser una "ciudad compartida", una solución que sea adecuara a su simbolismo como una ciudad de paz. Esa esperanza se vio mermada gravemente el 15 de mayo del 2000, cuando la policía árabe palestina abrió fuego contra los soldados del IDF, y dicha esperanza fue destrozada para siempre en septiembre del 2000, cuando los árabes palestinos, "inspirados" por Marwan Barghouti, se amotinaron y lanzaron piedras a los judíos que oraban en el Kotel. Tanto la oración de los judíos como las piedras y rocas lanzadas por los árabes representan unas de las venerables costumbres de Jerusalém.

"Jerusalém compartido" es un lema común a muchas organizaciones e individuos que buscan la paz, entre ellos el ex presidente Jimmy Carter, las Iglesias Evangélicas Luteranas por la Paz en Oriente Próximo, el lobby judío por la Paz y otras personas y organizaciones muy dignas todas ellas. La propia organización Ir-Amim se describe tal como sigue:
Ir-Amim, es una organización israelí procedente de la sociedad civil que aboga por una Jerusalén compartida.
Hay incluso un grupo de judíos de Israel y de árabes palestinos que quieren crear un barrio de judíos-árabes en Tantur, en el Jerusalém oriental "árabe".

Pensé que el lema "Jerusalém compartida" significaba que toda la ciudad, todos sus barrios, estarían abiertos tanto a judíos como a árabes, como lo fue en los días en que yo era un estudiante y viví durante un tiempo en Wadi Joz, en el Jerusalém oriental, en unas habitaciones subarrendadas a un propietario árabe. El caleidoscopio de culturas diferentes, es cierto, no siempre producía una coexistencia en armonía, pero es lo que creaba el exótico encanto de Jerusalém en esos días.

Pero !! tonto de mí !!, parece que compartir Jerusalém, según la organización Ir-Amim, realmente significa que el Jerusalém oriental debe ser limpiada étnicamente de judíos. Ir-Amim, cínicamente, ha transformado sus consignas de "derechos humanos", "democracia" y "justicia", en una defensa de las acciones ilegales de los colonos árabes palestinos del barrio de Sheikh Jarrah en el Jerusalém oriental.

Jerusalém en la antigüedad, por supuesto, era la capital de la nación del pueblo judío, un hecho atestiguado por el arco de Tito, por los escritos de los historiadores romanos y por la inscripción de 2.700 años de antigüedad en el túnel de Ezequías, así como también lo atestiguan las tradiciones del judaísmo, del cristianismo y del Islam, aunque todo ello ahora sea negado por la Autoridad Palestina y por sus portavoces.

En los tiempos modernos, los barrios árabes y judíos fuera de la Ciudad Vieja de Jerusalém comenzaron a formarse a finales del siglo XIX, cuando la ciudad empezó a expandirse, y fueron poblados esencialmente durante el período del mandato británico y después de 1967. Árabes y judíos en esos nuevos barrios, ambos por igual, eran lo que ahora se califica como "colonos". En esos dos períodos de expansión, árabes y judíos fueron atraídos por igual a Jerusalém por las oportunidades comerciales y de empleo surgidas gracias a la inversión sionista. Jerusalém tenía una mayoría de población judía desde finales del siglo XIX (en el primer censo otomano de mediados del siglo XIX ya era la minoría mayoritaria). Sheikh Jarrah consistía, a finales del siglo XIX, en dos barrios judíos, Shimon Hatzadik y Nahlat Shimon, habitados por judíos de Jerusalém con algunas villas donde residían unas pocas y adineradas familias árabes y una colonia extranjera. Los "colonos" entonces no eran los judíos, sino los misioneros presbiterianos de EEUU y Suecia, y la llamada American Colony, fundada por Horacio y Ana Spafford. Los árabes no poseían por entonces una reivindicación "previa" sobre Sheikh Jarrah que fuera precedente a la de los judíos o a la de cualquier otro colono.

La Ciudad Vieja de Jerusalém contenía un barrio judío que existía en ese mismo lugar desde varios cientos de años atrás, con una población de más de 5.000 habitantes. Estos "colonos" judíos, descendientes de los vecinos de mis bisabuelos, eran en su mayor parte no sionistas. Poco a poco fueron obligados a huir de allí por una serie de pogromos en los años 1920 y 1930 y, finalmente, por una limpieza étnica ejecutada por la Legión Británica comandada por Jordania en 1948. Otros barrios judíos, como el de Shimon Hatzadik en Sheikh Jarrah, sufrió un destino similar: sus habitantes se vieron obligados a huir. Así, esa Jerusalém oriental "árabe" resolvió su "problema judío" y Sheikh Jarrah llegó a ser un barrio "árabe".

Los defensores de la "paz", la "democracia" y los "derechos", incluida Ir-Amim, pretenden y desean ignorar toda la historia de la vivencia judía en Jerusalém anterior a 1948, así como los 43 años de gobierno de Israel sobre este mismo Jerusalem oriental "árabe" tras 1967.

Es la limpieza étnica de los judíos de Jerusalém en 1948 y la ocupación ilegal de Jerusalém por parte de Jordania durante 19 años las que al parecer, y según estas organizaciones, deben definir los derechos de soberanía y los derechos de residencia en esa parte ("árabe") de Jerusalém, y ello siempre en nombre de los "derechos humanos".

Ir-Amim parece creer que, cuando los judíos son los objetos de una limpieza étnica, deberían conocer donde está su lugar y transigir ante esa limpieza étnica de la que son objetos, no tratando de recuperar sus derechos.

Y por todo ello, una gran alarma se ha desencadenado entre los defensores de una "Jerusalém compartida", y de la "democracia", porque 27 familias palestinas están en proceso de ser desalojadas de sus apartamentos de alquiler en Sheikh Jarrah. Precisamente, 3 de esas familias ya han sido desalojadas hasta el momento, una tragedia sin duda bastante menor frente al desplazamiento de 800.000 judíos más o menos de las tierras árabes, la muerte de más de cien mil haitianos y otro tipo de trastornos menores. Sin embargo, no es la magnitud de esta tragedia lo que es importante, sino los principios de apartheid y de racismo que son alegados por estos grupos defensores de los "derechos", como es el caso de Ir-Amim, y que no deben ser violados.

Ir-Amim explica como en 1953 estas familias fueron reubicadas en propiedades pertenecientes a propietarios judíos por el gobierno jordano y por la ONU. A partir de la década de 1970, los legítimos propietarios y el gobierno israelí comenzaron un proceso para recuperar sus derechos. Los inquilinos árabes firmaron entonces un documento acordando pagar un alquiler, pero luego se retractaron del acuerdo. La ley es clara: en todas partes del mundo un inquilino que no paga su alquiler es desalojado. Una persona que incumple un acuerdo firmado tiene que cumplir dicho acuerdo. Nadie discute que la propiedad pertenece a los judíos. Sin embargo, ha llevado más de 35 años para que las ruedas de la justicia israelí comenzara a desalojar a los ocupantes ilegales.

Ir-Amim quiere devolver los apartamentos a los inquilinos morosos, porque de lo contrario en ellos se "instalarían colonos judíos", que entonces vendrían a ser unos inquilinos legales al pagar su alquiler(en lugar de los colonos ilegales árabes). Ir-Amim nos advierte que la "cuenca histórica" (una frase que inventaron para dar verosimilitud a las reclamaciones de los árabes palestinos de una soberanía previa) de Jerusalém está rodeada:
La actividad de los colonos en Sheikh Jarrah constituye un eslabón más en la cadena de asentamientos - existentes o en proyecto - cuyo objetivo es rodear la cuenca de la histórica Ciudad Vieja, con una especie de anillo judío por parte de Israel...
!! Sin duda, otra siniestra conspiración judeo-sionista !! Sin embargo, la expulsión de los árabes palestinos de Sheikh Jarrah es el fruto de un proceso legal que comenzó hace más de 35 años. Los siniestros judeo-sionistas israelíes parece que han desarrollado una capacidad de previsión increíble por planificar así el futuro para el año 2010.

En resumen, Ir-Amim intenta dar la impresión de que los inquilinos árabes nunca habían pagado el alquiler y nunca reconocieron que las casas pertenecían a sus propietarios judíos. Pero de acuerdo a una historia publicada en el Haaretz, "a las familias palestinas que residían allí se les permitió quedarse como inquilinos protegidos, hasta que dejaron de pagar el alquiler". Si eso es así, entonces fueron los propios palestinos los que dieron lugar a todo el incidente por voluntad propia. El calendario de los acontecimientos no tendría como origen un siniestro complot israelí para rodear la "cuenca histórica" de Jerusalém, sino la voluntad de la Autoridad Palestina de crear problemas en Jerusalém, y poner obstáculos a la iniciativa de EEUU de reanudar las conversaciones de paz. Por otra parte, si las familias habían pagado antes el alquiler, de hecho estaban reconociendo que legalmente eran propiedad de sus propietarios judíos.

Sin embargo, la propaganda de estas "Organizaciones de derechos humanos" afirma que Israel está realizando una "limpieza étnica" de los árabes de Jerusalém. Según esas organizaciones, el "complot sionista" para judaizar Jerusalém avanza a un ritmo frenético. Al ritmo de "tres familias árabes desalojadas cada 35 años", por lo es necesario considerar que en ningún momento Sheikh Jarrah se vería "limpia" de todas sus familias árabes de ocupantes ilegales. Y a pesar de este malicioso complot sionista, la población árabe de Jerusalém ha crecido a un mayor ritmo que la población judía, y los expertos predicen que podría llegar a convertirse en una ciudad de mayoría árabe.

Extrañamente, Ir-Amim no protestó cuando se desataron los esfuerzos por parte de los árabes palestinos para crear un anillo alrededor de la "cuenca histórica" en Silwan y en otros lugares, lo que podría bloquear su acceso a los judíos. Asimismo, de la brutal limpieza étnica que sufrieron los residentes judíos del barrio de Hatzadik Shimon, ahora ocupado por familias árabes que se enfrentan al desahucio, Ir-Amim tira de eufemismo:
Una pequeña comunidad judía que se instaló en el siglo XIX alrededor de la tumba, se dispersó gradualmente a partir de los años 1920 y 1930 y hasta 1948.
Y es que Ir-Amim protesta y se indigna ante el maltrato generado a un árabe palestino por parte de los tribunales sionistas. Ese hombre, Suleiman al-Hijazi, tuvo el descaro de afirmar que él era el propietario legítimo de las propiedades en Hatzadik Shimon, ese barrio que fue objeto de una limpieza étnica de su población judía y cuyos derechos de propiedad los malvados tribunales sionistas tuvieron la osadía de defender.

Pero para Ir-Amin las reclamaciones para que se les reconozca los derechos de propiedad a los propietarios judíos podrían crear un peligroso precedente
El reconocimiento legal de los derechos de los judíos que demandan la titularidad de las propiedades que eran suyas antes de 1948, y en su nombre el desalojo de familias palestinas que viven allí desde hace décadas, constituye un precedente que puede tener graves consecuencias políticas. De hecho, la legislación israelí no reconoce el derecho de los palestinos a demandar de manera similar para que se les devuelva sus propiedades dentro de la Línea Verde anteriores a 1948.
Esta es una afirmación extraordinaria. En primer lugar, el precedente de la recuperación de los bienes judíos capturados en 1948 ya se había establecido en Gush Etzion, Atarot (Kalandia) y en otros lugares. La frase "propiedades que eran suyas antes de 1948" no tiene sentido, ya que no existe ningún acto jurídico reconocido por parte del gobierno israelí que implique que esas propiedades dejaron de pertenecer a los propietarios judíos después de 1948.

Y los árabes palestinos no pueden demandar a Israel el retorno de sus propiedades por la misma razón que las organizaciones sionistas no pueden demandar a Siria que les devuelva la propiedad de las tierras que compraron en el Hurran, como al igual los judíos de Irak y Egipto no puede demandar que se les devuelvan sus propiedades. Tales reclamaciones se juzgan y se establecen sólo cuando existe un acuerdo de paz. De esta manera, el gobierno jordano se apoderó de tierras pertenecientes al Fondo Nacional Judío en las que Pinhas Ruttenberg había construido su planta eléctrica sólo cuando Israel y Jordania firmaron un tratado de paz. Pero, que se sepa, los palestinos nunca han firmado un acuerdo de paz con Israel y de hecho se niegan a hacerlo. E Ir-Amim debería saberlo.

En cualquier caso, los árabes no están siendo desalojados porque sean árabes, o porque la propiedad sea judía, sino porque se niegan a pagar el alquiler. Permitir que los inquilinos árabes sigan sin pagar el alquiler crearía de hecho varios precedentes peligrosos que no parecen interesar a Ir-Amim. Los inquilinos árabes afirman que la propiedad es suya y por lo tanto no es necesario que paguen el alquiler. Si se les permite permanecer sin pagar el alquiler, es lógico presuponer que el resto de inquilinos árabes dentro de la "línea verde" (Israel) también podrían pretender que todo la tierra es suya, y por lo tanto no estarían obligados a pagar el alquiler u obedecer las restantes leyes israelíes, y podrían romper cualquier contrato legal.

Una razón adicional, quizás la razón real para oponerse a los asentamientos judíos, figura en el documento de Ir-Amim:
[los colonos desearían] vivir en medio de una confrontación permanente con su entorno y con el imperio de la ley.
El Estado de Derecho, sin embargo, da la razón claramente a los "colonos", y son los árabes palestinos que han vivido en esos apartamentos durante más de 35 años quienes se encuentran en medio de una confrontación permanente con el imperio de la ley. Dado que cualquier judío que viva en los barrios árabes, según Ir-Amin, "desearía vivir en medio de una confrontación permanente con su entorno", ese famoso lema de una "Jerusalém compartida" se revelaría como un fraude. La "cuenca histórica" sería la excusa por la cual la antigua capital de la comunidad judía debería ser solamente "compartida por musulmanes y cristianos". Así pues, no sería necesario compartirla con los judíos. Esa es la solución democrática propuesta por Ir-Amim y por otras organizaciones favorables a la "paz" y la "democracia".

¿Los africanos negros que querían vivir en los vecindarios blancos en la Sudáfrica del apartheid también deseaban "vivir en medio de una confrontación permanente con su entorno"?. ¿Podría Ir-Amim estar a favor de unos barrios exclusivamente blancos? ¿Los niños afro-americanos que asistieron a las escuelas recién desagregadas de Alabama o Arkansas también deseaban vivir "en medio de una confrontación permanente con su entorno", y ello también para los lavabos y los autobuses. Este argumento fue muy utilizado en el sur de América por los fanáticos supremacistas blancos que insistían en que los "nigger" deberían "quedarse donde deben estar". Cuando mis bisabuelos y sus vecinos vivían en el barrio judío de la Ciudad Vieja, ya vivían en medio de una confrontación permanente con su entorno. Ese "entorno" les lanzaba piedras, les declaraba pogromos y les gritaba "itbach al-yahud" (muerte a los judíos) y similares consignas democráticas propicias para la convivencia.

Toda la existencia judía en Israel, y la mayor parte de la existencia judía a lo largo del mundo durante los últimos 2.000 años, se ha desarrollado "en medio de una confrontación permanente con su entorno". Aquí, en Israel, ese "entorno" nos invadió en 1948, nos bombardeó en 1967, nos golpeó con el terrorismo en nuestros lugares públicos y nos sigue proporcionando cohetes Qassam en el marco de un enfrentamiento hostil. Sin embargo, nuestro "entorno" nos resulta relativamente leve. El "entorno" en Europa y en los países musulmanes propició los pogromos y los guetos, y más tarde el "entorno" de la futura Unión Europea envió a los judíos a los campos de la muerte. Tratar de prevenir que los judíos se establezcan en Jerusalém por temor a que se enfrenten a una "confrontación permanente en dicho entorno", sentaría un peligroso precedente a la hora de tratar de encontrar un entorno en el que no existiera confrontación, ya que quizá los judíos tendrían que barajar residir en un planeta deshabitado.


Fonte: SAFED TZFAT

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